El Ametx Zornotza pagó su intermitencia ante el sólido Tarragona (82-71)
(FOTO: Joan Alfons López/Esportsdelcamp.com) El Ametx Zornotza se empeña en ponérselo fácil a sus rivales en la encarnizada lucha por la novena plaza que da derecho a jugar los play-offs por el ascenso. La derrota ante el CB Tarragona (82-71) complica mantener esa deseada plaza pero de momento sigue en propiedad de los verdes. En […]
(FOTO: Joan Alfons López/Esportsdelcamp.com)
El Ametx Zornotza se empeña en ponérselo fácil a sus rivales en la encarnizada lucha por la novena plaza que da derecho a jugar los play-offs por el ascenso. La derrota ante el CB Tarragona (82-71) complica mantener esa deseada plaza pero de momento sigue en propiedad de los verdes. En tierras catalanas se luchó con más ganas que cabeza y casi siempre a remolque de los locales y no hubo capacidad de ganar el encuentro.
Con algunas dudas y errores arrancaba el choque en el que Ander García volvía ser el encargado de estrenar el luminoso. Pero por poco tiempo lideraría el marcador el conjunto de Mikel Garitaonandia que empezó a sufrir en el juego interior con Orion Outerbridge y Ferrán Torres. La máxima diferencia de este tramo fue el 20-13 que recortó Ander García antes de cerrar el primer período.
En el segundo cuarto los zornotzarras buscaron más a Wolf pero sin suerte y García estaba muy sólo en tareas anotadoras. El choque estaba en un impás de que ni los verdes recortaban ni los locales abrían brecha. Pero fueron los de Tarragona los que se entonaron antes, sobre todo en defensa y se empezó a fraguar la diferencia y la sentencia del choque. Al descanso, 45-30.
El partido empezaba a tener color catalán pero García y Wolf se negaban a dar facilidades. Arruti, a base de triples, rebajó la diferencia a la decena pero Outerbridge y Torres se hicieron fuertes en la pintura y mantenían alejados a los bizkainos, 63-51.
Los zornotzarras no le perdieron la cara al choque, ahora gracias a Nkaloulou pero faltaba una vuelta de tuerca en defensa y algo más de fortuna en ataque pero ni una cosa ni otra llegaron y se pasó del 67-56 al 75-56. El partido estaba perdido y Salazar maquilló del resultado final.