HA Zornotza-79; Igualatorio Cantabria Estela-76
Parciales: 12-22, 18-14 (30-36); 26-17 (56-53), 23-23 (79-76)

Esta era una jornada marcada en la agenda de los aficionados. El liderato estaba en juego entre dos equipos que lo compartían hasta ese momento empatados a 23 victorias y 1 única derrota. Se palpaba en el ambiente horas antes, días incluso, que este era el partido esperado por todos. Con mucho tiempo de antelación el público iba llegando a Larrea –amplia representación de santanderinos acompañando a sus muchachos-, las gradas se iban llenando, más y más, hasta reventar, hasta conseguir generar un ambiente de auténtico play off, de final adelantada. Sobre la cancha dos conjuntos más de Plata que de EBA. Un choque de trenes del que sólo podía salir uno vencedor y ocupando la primera posición en solitario. Todo listo y preparado para vivir lo que luego se ha confirmado: un PARTIDAZO. Y lo mejor de lo mejor: hemos ganado y… ¡somos líderes!

Una victoria importante, que no decisiva, ni mucho menos, porque el margen de error es prácticamente inexistente; un tropezón y el Estela nos lo puede volver a arrebatar. Y es que no hemos podido ganar de siete o más puntos (en la capital cántabra perdimos 85-78) y en caso de empate final ellos quedarán por delante. Pero la diferencia de puntos es algo secundario cuando lo que de verdad cuesta es ganar aunque sea por la mínima, eso sí que era importante, y se ha logrado tras mucho sufrimiento y teniendo que darlo todo, equipo y afición, para superar a un rival enorme. Claro, que sufriendo la victoria sabe mejor.

En las últimas jornadas sabemos muy bien lo que es sufrir y a veces tirar de épica para ganar partidos (heroicas remontadas, prórrogas dobles…), así que ya nos vamos acostumbrando a ese escenario y a ser duros física y mentalmente para no rendirnos nunca y pelear obcecadamente hasta obtener el premio que deseamos. Este sábado hemos vuelto a vernos por debajo y dominados por un adversario que reclama un lugar en Plata. Los de Rafa Pueyo han sido superiores a nosotros en la primera mitad, especialmente en el primer cuarto, cuando su combinación de juego interior (el checo Tomas Hampl como referencia) y puntería exterior (triples desde su casa del holandés Rogier Jansen) más unos uno contra uno en los que siempre nos desbordaban les iban a permitir a los santanderinos escaparse en el marcador. A los cinco minutos ya nos vemos once abajo, 2-13, y abusando de tiros inadecuados. Seguimos secos en ataque y tras un feo 8-20 somos capaces de recortar las diferencias hasta el 12-22 con el que termina el primer asalto.

No empieza mejor el segundo y el Estela sigue dominándonos y ampliando su renta hasta un muy preocupante 16-30. Momento crítico. Momento Ander García. El bergararra nos aporta oxígeno con trabajosas acciones individuales y evitamos la fuga definitiva de los santanderinos. No perdemos la estela del contrario, seguimos remando con más voluntad que acierto, con más corazón que cabeza, pero a base de esa entrega y fe inquebrantable en nosotros mismos, se logra un parcial de 7-0 que nos acerca hasta el 30-34 con el que está a punto de concluir la primera mitad, pero sobre la bocina el exZornotza Joseba Iglesias –gran partido el suyo- anota desde media distancia y quedamos a eso, a media distancia, 30-36, al descanso.

Podemos dar por bueno ese resultado porque lo habíamos pasado mal, muy mal, y veíamos que el Estela no es un equipo cualquiera, así que seis puntos parecían remontables. Y nada más reiniciarse el duelo el Zornotza cambia de cara y pasa a ser dominador. Saltan a la cancha desde el vestuario con hambre de remontada, con sed de victoria. Duane Morgan nos regala uno de sus espectaculares mates, Daniel Westbrook y Richaud Pack, quien inicia su particular recital, anotan de tres en tres. En dos minutos y medio hemos dado la vuelta a la situación, 41-39. A partir de ahí empieza un intercambio de golpes, de ventajas y desventajas, de idas y vueltas, que convertirán los minutos restantes en una fiesta baloncestística. Por supuesto, el efecto Larrea ya está activado, la Marea Verde cobra fuerza, aunque la Marea Roja visitante no le va a la zaga, como tampoco lo hace su equipo, que reacciona de inmediato de la mano de un polivalente veterano como es Pablo Sánchez. Un triple suyo pone el 41-46 en el marcador. Para entonces Pack ya está on fire, en modo killer, apunta, dispara y da en la diana. Comienza el intercambio de triples, pim, pam, pum, ahora tú, ahora yo. De ahí salimos beneficiados y nos plantamos a falta del último acto con ventaja, 56-53. Gran tercer cuarto de los verdes.

Los últimos diez minutos son tremendos. Llenos de emoción y alternativas en el marcador. Uno arriba, uno abajo. Triplazo de uno, triplazo del otro. Tenemos algunos problemas para cerrar el rebote en nuestra zona, pero todos los jugadores que Garita va haciendo salir se entregan al cien por cien y en ataque están más acertados. A poco más de cuatro minutos para el final logramos alcanzar la ventaja mágica, los siete puntos, 70-63. Pueyo lo para con un tiempo muerto y la respuesta cántabra es contundente: en dos minutos nos hacen un 0-8 de parcial y se colocan por delante, 70-71. Es la hora de los valientes. Y todos lo son; verdes y rojos. El manómetro de esa caldera de pasión que es Larrea está a punto de saltar por los aires. Espectacular final de partido. Pack sentenciará con su quinto triple de la tarde, 77-73. Sólo queda tiempo para un triple a la desesperada de Sánchez y dos tiros libres de Ander. Final del partido. Victoria y liderato.

El MVP ha vuelto a ser Richaud Pack con 32 puntazos, tanto de valoración como de anotación, con 5 de 7 en triples. Ander García también ha sido clave, sobre todo cuando peor lo estábamos pasando, y ha aportado 16 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, llegando a 23 de valoración. El compañero de Pack en labores artilleras ha sido Daniel Westbrook, cuyos 12 puntos han llegado todos desde más allá del 6,75 (4 de 8). Estos son algunos nombres, los de números más llamativos en este día, pero el triunfo sólo es posible gracias a la labor de todo el equipo, del esfuerzo y sacrificio de todos y cada uno de los integrantes de la plantilla, jueguen o no.

Una tarde más Larrea ha vivido un espectáculo de los que hacen afición. Y nuestra afición sigue sin ver perder a su equipo en casa y pasándoselo en grande con unos jugadores que nos hacen vibrar, con un Ixer -ahora también en patinete- que nos hace animar, y entre unos y otros tratando de volver a donde nos corresponde: LEB Plata. Aunque este equipo y esta afición valen más que cualquier metal precioso.

El paso dado esta jornada ha sido enorme, pero todavía queda mucho camino, muchos obstáculos, muchos rivales duros de pelar. Seguiremos sufriendo, seguiremos disfrutando, seguiremos enamorados de este deporte y de este equipo.

1, 2, 3,…ZOR-NO-TZA!!!