SEGUNDO TROPEZÓN CONSECUTIVO

Aquimisa Laboratorios-Queso Zamorano-95; Zornotza ST-84 Parciales: 28-13, 17-22 (45-35); 21-19 (66-54), 29-30 (95-84) Segunda salida consecutiva. Segundo tropezón consecutivo. El pasado sábado caíamos en Santander y esta vez lo hacíamos en Zamora. En ambas ocasiones hemos rendido por debajo de lo esperado. En el pabellón Ángel Nieto, como sucediera hace siete días en la capital […]

Aquimisa Laboratorios-Queso Zamorano-95; Zornotza ST-84
Parciales: 28-13, 17-22 (45-35); 21-19 (66-54), 29-30 (95-84)

Segunda salida consecutiva. Segundo tropezón consecutivo. El pasado sábado caíamos en Santander y esta vez lo hacíamos en Zamora. En ambas ocasiones hemos rendido por debajo de lo esperado. En el pabellón Ángel Nieto, como sucediera hace siete días en la capital cántabra, el rival ha sido mejor, con un trabajo colectivo que ha superado nuestro juego a arreones y esfuerzos individuales.

En el primer cuarto los de Saulo Hernández ya pavimentaban perfectamente el camino a la victoria. En esos diez minutos nos pasaban por encima. Nuestra defensa era un coladero que permitía a los zamoranos anotar con facilidad; excesivas bandejas sin casi oposición, alternando algún tiro exterior para ampliar ventajas. Y éramos incapaces de contrarrestar nuestra defectuosa defensa con un mínimo de acierto en ataque, porque los locales no nos permitían correr y en el juego posicional nos atascábamos. Muchos jugadores zamoranos aportando a su equipo y nosotros… Termina ese cuarto de pesadilla para los verdes con un rotundo 28-13.

La pesadilla continúa en el arranque del segundo cuarto. Cinco puntos consecutivos de Lucas Meikle abren la brecha a veinte puntos, 33-13. En ese momento aparece Kevin Bercy para echarse el equipo a sus anchas espaldas y tirando de carácter y pundonor se va a ir recortando. Nueve puntos seguidos logrará Bercy, que sumados a una canasta de Davie Champagnie, un triple de Saah Nimley y una suspensión de Charles Eaton, servirán para suturar la herida que teníamos con un parcial de 4-17. A menos de cuatro minutos para llegar al descanso nos ponemos a siete puntos, 37-30, cogemos aire y metemos un poco de miedo a la numerosa afición local. Y más de todo ello habríamos logrado si un lanzamiento triple de Nimley no hubiese renunciado a entrar cuando ya parecía hecho. Entonces, dos triples –uno de Anthony Libroia y otro del artillero Meikle- cortan en seco nuestra reacción y el CB Zamora vuelve a mandar con autoridad. Se llega al descanso con 45-35, y esos diez puntos de desventaja no nos parecen un mal menor luego de haber vivido un auténtico tormento durante los primeros once minutos y medio de partido.

Al regreso de vestuarios los de Garita no consiguen acercarse, no nos ponemos a distancia de DRS para un adelantamiento, que dirían los de la Fórmula Uno. Y eso que Nimley ya ha dado comienzo a su particular recital, que iba a encandilar a propios y extraños. Pero es el local Christopher Iza el que nos castiga una y otra vez con su dominio en ambas pinturas. La decena de puntos de diferencia, esa famosa barrera psicológica, vuelve a ser reducida tras un triple de Joseba Estalayo y a algo más de seis minutos para finalizar el tercer asalto estamos 51-44. Nuevamente nuestra reacción queda incompleta porque Iza causa estragos en nuestra zona y a él se unen el resto de integrantes del conjunto visitante. Perdemos por unos momentos el equilibrio y el Zamora no perdona. Un 15-7 nos devuelve a la que está siendo la cruda realidad esta jornada y estamos 66-51 con casi todo el tercer periodo consumido. Sin embargo, en ese casi –un casi de cuatro segundos-, nos da tiempo a poner el balón en juego desde la banda y Estalayo clava uno de esos triplazos suyos marca de la casa sobre la bocina. El 66-54 todavía parece remontable, pero hay mucho que mejorar para alcanzar la cuarta victoria del curso.

Comenzamos el último cuarto como los anteriores; encajando canastas y tardando en replicar. El dúo Nimley-Bercy, Bercy-Nimley, sigue completando un gran partido, pero el cuadro zamorano, en ejercicio más coral, aprovecha cualquier despiste defensivo nuestro para castigarnos con canastas. La diferencia, siempre rondando los trece o quince puntos, parece ya insalvable. Pero el Zornotza apelará al orgullo verde en unos últimos minutos donde volverá a creer en la remontada. Nimley sigue desatado, Álex Mazaira aporta cinco puntos en esos minutos, Mikel Sainz de la Maza no se cansa de rebañar rebotes y todo el equipo mete una marcha más y eleva el nivel de intensidad. Y esa nueva actitud, echada de menos hasta entonces, nos pone a tiro triple de remontada, porque tras canasta de Nimley (84-79), la presión a toda cancha de los de Garita propicia una recuperación en media cancha que acabará con mate de Bercy. Queda un minuto y estamos 84-81. Tiempo muerto local. Y ahí, cuando tan cerca de la orilla estábamos, es un triple de Libroia desde la esquina el que nos ahoga definitivamente, 87-81. Cierto que un 2+1 de Bercy nos pone a cinco, 89-84, pero ya los segundos no corren sino vuelan y el acierto en los tiros libres de los zamoranos certifica nuestra segunda derrota consecutiva, 95-84.

Como hace una semana, hay que hablar de derrota merecida porque hemos jugado un mal partido. Nos ha costado entrar en el mismo y para entonces estábamos ya en mucha desventaja. Y también hay que reconocer que el CB Zamora ha jugado un buen partido, con muchos elementos aportando, lo que se refleja bien a las claras en las estadísticas oficiales y nos fijamos en la columna de las valoraciones: cuatro jugadores zamoranos, ¡cuatro!, por encima de los veinte créditos. El total por equipos es llamativo: 115 para el Zamora y tan solo 71 para el Zornotza. Y de esos 71, la friolera de 52 han sido aportados por la pareja Saah Nimley (28 puntos, 4 rebotes, 5 asistencias) y Kevin Bercy (26 puntos y 8 rebotes) a partes iguales, 26 por cabeza.

En fin, segundo tropezón consecutivo, que nos tuerce un poco el gesto tras aquel gran arranque de liga –tres de tres-, pero seguimos con el balance victorias-derrotas en positivo (3-2) y con ganas ya de que llegue el próximo partido para recuperar cuanto antes la sonrisa y las buenas sensaciones. Y ese próximo partido se disputará el sábado 3 en Larrea, a las 18’30, contra el Teslacard Círculo Gijón Baloncesto, conjunto que cierra la clasificación (1-4) pero que cuenta en sus filas con uno de los grandes atractivos de la competición, el pívot Robert Swift, todo un primera ronda del Draft de 2004 que llegó a jugar varias temporadas en la NBA con Seattle SuperSonics y sus herederos, Oklahoma City Thunder. Un lujazo ver jugadores así en Larrea. Otro aliciente más para que no faltéis a la cita del sábado. Entre todos volveremos a la senda de las victorias.

1, 2, 3,… ZOR-NO-TZA!!!