TRISTE MAÑANA MANCHEGA
CB Villarrobledo-72; Zornotza ST-67 Parciales: 21-13, 18-18 (39-31); 18-17 (57-48), 15-19 (62-57) Nueva derrota en este inicio de la A1. Continúa nuestra mala racha como visitantes en este año 2019 donde no conseguimos ganar lejos de Larrea. Esta vez caíamos en Villarrobledo ante un CBV que nos acompañaba en el coliderato, en un partido tristón, […]
CB Villarrobledo-72; Zornotza ST-67
Parciales: 21-13, 18-18 (39-31); 18-17 (57-48), 15-19 (62-57)
Nueva derrota en este inicio de la A1. Continúa nuestra mala racha como visitantes en este año 2019 donde no conseguimos ganar lejos de Larrea. Esta vez caíamos en Villarrobledo ante un CBV que nos acompañaba en el coliderato, en un partido tristón, sobre todo por nuestra parte, en el que hemos vuelto de adolecer de la chispa necesaria para lograr la victoria.
Hemos quedado a cinco puntos del rival, hemos tenido opciones de pelear por el partido hasta el final, pero aun así, la imagen ha sido la de un equipo que iba a remolque de lo que proponía el conjunto local dirigido por Junior Jiménez. En esta mañana en tierras manchegas, llenas de magníficos paisajes, en el pabellón de Los Pintores, el Zornotza solo ha encontrado tonos tristones en su paleta cromática.
El arranque del partido auguraba lo peor; los locales salían con brío y con puntería, mientras los de Garita parecían aún estar en el hotel. En tres minutos ya estamos nueve abajo (10-1), lo que condiciona el devenir del encuentro. La sensación es de vivir en un bloqueo y continuación: bloqueo el que nos impuso el Lucentum el pasado miércoles y continuación lo que seguía haciendo el CBV con nosotros. Malas vibraciones. Más vibrante es el juego de los albaceteños, que van adueñándose de la situación sin tener demasiada resistencia por nuestra parte. Los villarrobledenses atinan en los triples, no sufren en defensa y hallan espacios libres en nuestra zona, donde se aprovechan de nuestros desajustes –o despistes- defensivos tras bloqueos. Mediado el primer cuarto el 18-6 es fiel reflejo de cómo van las cosas. La máxima diferencia para los locales alcanza los trece puntos (21-8) y la cosa pinta muy mal, pero un triple de Joseba Estalayo y una canasta de dos de Saah Nimley minimizan los daños (21-13) al finalizar el primer asalto.
En el segundo cuarto, un Zornotza que juega a ráfagas aprieta los dientes en defensa y se disfraza en esta mañana carnavalera de aquel otro Zornotza del mes de diciembre, aquel que tenía una intensidad defensiva superlativa, y a través de esa nueva actitud y de bregar en ataque con pico y pala recorta hasta el punto de tener opción de voltear el marcador; con 24-23, Udun Osakue roba un balón, avanza solo hacia el aro rival y… falla la bandeja. La respuesta de los manchegos es la que nos darán repetidamente a lo largo de la mañana: a un fallo nuestro, triple al canto. Ron Lee (lo recordamos del pasado año en Pas Piélagos) nos acribilla desde el 6’75. Sin olvidarnos de un Jalen Nesbitt impresionante, anotando y reboteando todo y más. Así que, de haber estado a punto de ponernos por delante en el marcador, pasamos a vernos otra vez ocho o nueve puntos por debajo. A todo esto, Cristian Uta ya ha debutado como zornotzarra y deja algunos apuntes de lo que podrá aportar a nuestro equipo. El trabajo del rumano sirve para minimizar los daños y llegar al descanso con 39-31.
No comienza mejor el tercer cuarto. Los locales siguen sometiéndonos con su defensa y sus triples demoledores y aguafiestas, porque a cada reacción verde, los rojos manchegos responden de tres en tres, arrojándonos un jarro de agua fría tras otro. Pero Iván Martínez ya va asumiendo responsabilidades y adquiriendo jerarquía entre los nuestros, y su trabajo y los triples de Estalayo y Álex Mazaira y a falta de tres minutos para concluir el tercer cuarto achuchamos al CBV (49-46). ¿La respuesta local? Ron Lee. Demuestra que por su sangre corre el baloncesto (es hijo de un jugador NBA) y no le tiembla el pulso para seguir ejerciendo de cortafuegos ante nuestros intentos de remontada. Él es el principal responsable de que nos vemaos de nuevo nueve abajo (57-48) al término del tercer cuarto.
Nos ha faltado, y seguirá faltándonos, continuidad en nuestra defensa. A veces tenemos repuntes de intensidad y eso nos aporta oxígeno, pero llegan los bajones y concedemos demasiadas opciones a los locales. Esa tónica continúa en el último cuarto, por mucho que Martínez y Kevin Bercy se empeñen en querer hacernos creer en una hipotética reacción definitiva. En uno de esos buenos momentos defensivos, el equipo ve la luz; una asistencia de Nimley para Uta estrecha la diferencia a tres puntos (61-58) mediado este cuarto definitivo. Lee anota de tres, cómo no, Martínez responde de igual manera, Nesbitt, el coleccionista de rebotes, encuentra vía libre al mate en un contraataque y con 66-61 llegamos a dos y minutos y medio del final. Será un carrusel de tiros libres, lo que nos resultará insuficiente porque fallamos algunas acciones que dan aire a los manchegos, quienes sellan el partido con un mate de Pa Mor Diene (72-67).
Aunque hemos entrado en la A1, es decir, hemos asegurado la permanencia, que era el objetivo prioritario de la temporada, este 2019 está siendo un poco gris para nuestro equipo. Esta nueva derrota como visitantes así lo atestigua. Pero el equipo ha pasado varias recomposiciones en la plantilla y ahora confiamos en lograr estabilidad y a partir de ahí poder ir progresando, mejorando y alcanzando victorias, disfrutando de estar ahí arriba, entre la élite de la LEB Plata, y peleando por el ascenso a Oro, por qué no.
El próximo sábado habrá otro partidazo en Larrea. Nos visita el Basket Girona, un equipo con nombres ilustrísimos como el de su coach, Quim Costa, o su figura en cancha, Jordi Trias. Como para perdérselo. Ya sabéis, sábado a las 18,30 en Larrea. No tenemos nada que perder y sí mucho que ganar, así que allí os esperamos a todos, armados de cribas y bateas, en busca del Oro.
1, 2, 3,…ZOR-NO-TZA!!!