TERCERA DERROTA CONSECUTIVA

Zornotza ST-72; CB Villarrobledo-79 Parciales: 15-18, 17-15 (32-33); 17-30 (49-63), 23-16 (72-79) Tercera derrota consecutiva y se nos complica seriamente el mantenernos entre los cinco primeros de la A1, esos privilegiados que lucharán por el ascenso a Oro hasta el final. Y no solo se complica porque hayamos perdido el estupendo balance victorias-derrotas con el […]

Zornotza ST-72; CB Villarrobledo-79
Parciales: 15-18, 17-15 (32-33); 17-30 (49-63), 23-16 (72-79)

Tercera derrota consecutiva y se nos complica seriamente el mantenernos entre los cinco primeros de la A1, esos privilegiados que lucharán por el ascenso a Oro hasta el final. Y no solo se complica porque hayamos perdido el estupendo balance victorias-derrotas con el que empezamos esta fase (7-3) para pasar al actual estado de equilibrio de cuentas (9-9), también porque la impresión que empezamos a dar es la de un equipo que ya cumplió con su objetivo prioritario, la permanencia, y que no halla la manera de resultar lo suficientemente competitivo para alcanzar cotas más altas.

Esto lo estábamos sufriendo en los partidos como forasteros, pero en esta ocasión hemos hincado la rodilla en nuestro propio hogar, lo cual es peor. Estamos de lleno en una dinámica negativa, en un querer y no poder (los rivales muestran un nivel realmente alto), con la sensación de que el carburante no nos da para más. Pero, ojo, tampoco es para tirarse de los pelos, porque lo hecho en el conjunto de la temporada es un éxito, y, además, por muy tristones que estemos tras estos tropiezos aún dependemos de nosotros mismos para aspirar a todo. Las caras ahora no son buenas, la orina del enfermo quizá tenga mal color, pero quedan cuatro partidos y una victoria en el siguiente, en Girona, puede cambiarlo todo. Para bien.

Este sábado nos visitaba el colíder, un CB Villarrobledo que ha demostrado por qué está donde está. Un equipo sólido, con buenos jugadores que conforman un aún mejor conjunto. Por nuestra parte contábamos con una baja sensible: Saah Nimley no podía jugar por problemas en la rodilla. Serio contratiempo, pero confiábamos en ver la versión hogareña de los verdes, capaces de todo, con o sin bajas. Sin embargo, en una calurosa tarde, los visitantes comenzarán mandones y en dos minutos ya nos vemos rezagados (2-10). Mal arranque de nuestros chicos, pero a base de triples (Álex Mazaira, dos, y Udun Osakue) hacemos la goma y cada amago de escapada manchega es abortado desde el arco. Quizá por el calor, el caso es que el partido está atascado, se hace pesadote, feo, pero a nosotros nos conviene para, sin jugar bien, nivelar la contienda. Finaliza el primer cuarto con un 15-18.

Fiel demostración del ambiente caluroso y cargado que se vivía en Larrea es el hecho de que en el intervalo entre cuartos el colegiado gallego Daniel Pazos hubiera de ser atendido en la enfermería por un golpe de calor. Pasados unos minutos, se decide que el segundo cuarto se dispute con un solo árbitro, el alicantino Antonio Zamora. Felizmente, su compañero podría reincorporarse tras el descanso, ya totalmente recuperado. El caso es que en este segundo asalto sigue imponiendo el ritmo el CBV, con poderío físico y calidad. Pero entonces Garita recurrirá a una defensa zonal, con algunas variantes inéditas, que se le atraganta al equipo de Junior Jiménez. Esa zona zornotzarra desconcierta a unos manchegos que pierden la brújula para atacar nuestro aro. Se encomiendan al lanzamiento triple, pero sin acierto. A base de pico y pala, de arduos esfuerzos, logramos reducir la desventaja que era de siete puntos (26-33) a falta de dos minutos y medio hasta la mínima expresión (32-33) al llegarse al descanso.

A la vuelta de vestuarios llega nuestra sentencia. Una vez más sufrimos un tercer cuarto que nos pone contra las cuerdas y nos deja al borde del KO. El Villarrobledo mete una marcha más. O dos. O tres. De aquella primera mitad jugada con cierto sopor ya no queda nada en nuestro rival. Vivos, despiertos, enchufados. Todos ellos funcionan a la perfección en defensa y en ataque. Pero una figura sobresale: Jalen Nesbitt está completando un partidazo, para tormento nuestro, para deleite de cualquier aficionado al baloncesto. El de South Carolina acabará como MVP de manera espectacular: 23 puntos, 11 rebotes, 11 faltas recibidas, ¡42 de valoración! Grandioso. Y excelentemente acompañado por el resto de ‘troyanos’. No podemos seguir su ritmo, se nos escapan, superan la barrera psicológica de los diez puntos (36-47) en cuatro minutos y medio. Momentos críticos en los que nos devuelve la fe y la esperanza nuestro capi Estalayo. Dos triplazos suyos sobre el final de posesión y en situación más que forzada levantan la moral de equipo y afición. El segundo de esos bombazos nos coloca a seis puntos (43-49), pero entonces el CBV responde con una fuerte defensa y un ataque fluido. Y rompen el partido. Quedan diez minutos y la desventaja es muy seria, tal vez decisiva: 49-63.

En el último cuarto no conseguimos reducir las diferencias en los primeros minutos y además nos metemos en bonus muy pronto, lo que facilitará las cosas a los visitantes. Estamos desorientados, impotentes, con cara mustia, y vemos cómo el rival es muy superior y que esto puede acabar en paliza, porque a cuatro minutos del final el marcador es 53-70. Pero tendremos un arranque de orgullo, echaremos mano de algo de mordiente y de garra que nos quedaba en el depósito. También volvemos a anotar de tres en tres y en dos minutos y medio logramos un parcial de 13-3, nos colocamos a siete (66-73) y soñamos con la remontada. Sin embargo, el tiempo corre a favor de los manchegos y nos vemos forzados a cometer faltas, y de esos tiros libres vivirá en los últimos minutos nuestro oponente. Nos esforzamos, pero ellos tienen la sartén por el mango y la victoria viaja para la provincia de Albacete con total justicia y merecimiento (72-79).

Excelente impresión la que ha dado el CB Villarrobledo, un equipo que aspira con fundamento al ascenso directo. Nosotros atravesamos una etapa en la que estamos un tanto ‘depres’, donde las derrotas se acumulan y tenemos ya tantas como victorias. Nos cuesta disfrutar sobre la cancha. La sonrisa ha desaparecido de nuestras caras. Y la cuestión es que, como decíamos más arriba, dependemos de nosotros mismos para permanecer entre los candidatos a subir a Oro. ¿Acaso no es ello motivo suficiente para estar satisfechos e ilusionados? Pues eso, hay que levantar el ánimo y acabar con la racha negativa ya mismo. En Semana Santa viajamos a Girona, jugamos allí el domingo, ¿el de nuestra ‘resurrección’? Que así sea.

1, 2, 3,…ZOR-NO-TZA!!!