Zornotza ST-71; Igualatorio Cantabria Estela-74
Parciales: 17-17, 16-10 (33-27); 19-26 (52-53), 19-21 (71-74)

Este sábado Larrea disfrutaba de un partido de baloncesto vibrante; lleno de emoción, alternativas, estrictas defensas, correosos ataques… La pena es que en el cara o cruz salimos nosotros perdedores ante un equipazo compuesto por jugadores con experiencia en Oro. Una derrota que no acarrea graves consecuencias puesto que nosotros somos carne de cañón (A2) y los santanderinos lucharán por el ascenso en la A1, es decir, este resultado no se contabilizará en la segunda y decisiva fase de la competición.

Lo mejor de este partido ha sido la actitud de los verdes. Algo que ya han dejado entrever en las dos jornadas anteriores. Aquel equipo mustio que languidecía en la cola de la clasificación ya desapareció, ahora vemos a un Zornotza que nos gusta, que vuelve a ilusionar a su fiel afición, que, pese a seguir portando el farolillo rojo, muestra otra cara, la cara del competidor que nunca se rinde, con chispa y agresividad. Y este es el camino a seguir. El único camino válido. En él estamos. No volvamos a descarrilar.

Para ayudar en esta ardua tarea que será pelear por la permanencia han llegado dos refuerzos que han apuntado buenas maneras en su presentación ante la parroquia zornotzarra. Jimond Ivey y Kenny Ejim aportarán físico y dinamismo para completar así una plantilla que es capaz de ganar a cualquiera y que acabará saliendo del pozo.

El duelo entre Zornotza y Estela ya se ha convertido en todo un clásico, ya sea en EBA o en Plata, y siempre resultan partidos estimulantes y divertidos. Esta vez, también. Durante toda la primera mitad ambos conjuntos han jugado ordenados, con paciencia, apretando mucho en defensa y alargando las posesiones. En ataque no terminamos de estar acertados pese a mover el balón con criterio y es el capi Joseba Estalayo el que nos alimenta a base de triples. En campo defensivo estamos cumpliendo con creces y evitamos que los cántabros se desenvuelvan con comodidad. Fin del primer cuarto con empate a 17.

En el segundo asalto la defensa zornotzarra roza la perfección; constantes dos por uno en situaciones de poste bajo, ayudas, anticipación… Pero ellos también responden con la misma moneda, aunque no alcanzan la excelencia que nosotros estamos disfrutando. El parcial de este cuarto lo describe bien: 16-10. Nos vamos al descanso por delante (33-27) y con buenas sensaciones.

Volvemos de vestuarios desatados y estiramos nuestra renta hasta los once puntos (38-27) en dos minutos. Lograremos mantener una suculenta ventaja de nueve o diez puntos en los siguientes minutos, hasta que Junior Robinson sale de su letargo. El menudo base norteamericano recientemente fichado por el Estela (fichaje de relumbrón, ya que fue una de las sensaciones de la pasada temporada en Oro con el Araberri) había estado desaparecido hasta ese momento, pero a partir de ahí comienza su recital. Toma la manija de su equipo, dirigiendo y anotando. Y anotando, y anotando, y anotando… 25 puntos nos clavará en la segunda mitad. Con él en estado de gracia (su estado natural), con nuestra defensa decayendo en intensidad (era difícil mantener el nivel de la primera parte) y con nuestros jugadores cargándose de faltas, la situación se va complicando hasta el punto de que finalizaremos el tercer cuarto yendo ya por detrás (52-53).

En el último período la emoción alcanzará las más grandes cotas y la afición de Larrea vibrará y animará como en las grandes ocasiones. Es un claro caso de retroalimentación: la afición empuja al equipo y el equipo levanta a la afición. El Estela amenaza con escaparse, pero los verdes tiran de carácter y orgullo y el partido se equilibra. Por momentos todos los protagonistas sobre la cancha se vuelven locos; hay pérdidas y errores bajo el aro, pero todo ello contribuye a que el divertimento aumente. Baloncesto en estado puro con dos equipos sabiendo pegar y encajar. La igualdad se mantiene pero vamos perdiendo efectivos por faltas y el factor Robinson sigue notándose. Es igual, no nos rendimos y entramos en el último minuto con empate a 68 tras un mate de Ejim a asistencia de Ivey, los dos novatos. Estela anota a falta de 36 segundos y en la siguiente acción perdemos el balón. Robinson recibe falta y anota los dos tiros libres. 68-72 a 16 segundos del final. Tras tiempo muerto, la jugada dibujada por Garita en la pizarra no sale bien, pero el plan B sí funciona: rebote ofensivo y triplazo de Estalayo. 71-72 y todavía 8 segundos por delante. Falta sobre Robinson, que no perdona desde la línea, 71-74. Restan 6 segundos y podemos aún buscar la prórroga con un triple, sin embargo, los visitantes nos roban el balón y nos dejan sin la opción de intentar el tiro.

Derrota, sí, pero buenas sensaciones, también. Como decíamos al comienzo de la crónica, esta actitud es la que nos puede y debe salvar de la quema. Parece mentira, pero en tan complicadas circunstancias (colistas en solitario) la ilusión vuelve a emerger en equipo y afición. Ilusión, entusiasmo, garra, competitividad, orgullo, autoestima… Todo esto nos hará falta para afrontar la parte más dura de la liga, esa en donde casi cada partido será una final de cara a mantener la categoría plateada. Una de esas finales la disputaremos el próximo sábado en Algeciras ante un UDEA al que ya ganamos en Larrea. Si somos capaces de conquistar la Fortaleza del Sur, habremos dado un gran paso para lograr el objetivo.

1, 2, 3,…ZOR-NO-TZA!!!

ANOTADORES:

ZORNOTZA ST: Ejim (12), Estalayo (13), Olivier (0), Aldecoa (1), Ivey (9), Sakhniuk (9), Mendia (6), Sainz de la Maza (3), Martinez (6), Frías (12).

IGUALATORIO CANTABRIA ESTELA: Lucas (-), Bordignon (5), Álvaro Sanz (-), Robinson (28), Mena (-), Palazuelos (0), Cazorla (3), Sutina (15), Mikel Sanz (5), N’Doye (0), Toledo (10), Karahodzic (8).

PARCIALES: 17-17 / 16-10 / 19-26 / 19-21