DERROTA EN UN MAL PARTIDO

Enerdrink UDEA Algeciras-68; Zornotza ST-61 Parciales: 13-17, 23-6 (36-23); 17-18 (53-41), 15-20 (68-61) Viajábamos a Algeciras con el propósito de tomar al asalto la Fortaleza del Sur que defiende el UDEA, animados por la mejorada imagen que habíamos mostrado en las tres últimas jornadas y sabiendo que estábamos ante toda una final de cara a […]

Enerdrink UDEA Algeciras-68; Zornotza ST-61
Parciales: 13-17, 23-6 (36-23); 17-18 (53-41), 15-20 (68-61)

Viajábamos a Algeciras con el propósito de tomar al asalto la Fortaleza del Sur que defiende el UDEA, animados por la mejorada imagen que habíamos mostrado en las tres últimas jornadas y sabiendo que estábamos ante toda una final de cara a un futuro próximo en la terrorífica A2. Sin embargo, volvimos a parecernos demasiado a aquel equipo que empezó a deslizarse en la clasificación hasta ocupar el farolillo rojo y el resultado no podía ser otro que la derrota. En este mal partido de baloncesto sólo hemos sacado de positivo el haber salvado el average con los algecireños. Seguimos complicándonos la supervivencia en Plata.
Pero pese a nuestra mala tarde –sin chispa ni ideas claras-, hemos tenido nuestros momentos e incluso hemos llegado vivos al final del choque, gracias a que nuestro rival ha tenido quince minutos buenos pero el resto… Lo dicho más arriba: que ha sido un partido malo, repleto de errores y sin apenas continuidad en acciones positivas. En ese escenario, nuestro mal juego ha quedado algo maquillado. Sólo algo.

En realidad, hemos ganado los parciales en tres de los cuatro cuartos, pero el del segundo ha sido tan apabullante en nuestra contra (23-6), que nos ha dejado groguis hasta demasiado tarde.

En el primer cuarto ya se ha visto un festival de fallos de todo tipo, por parte de ambos contendientes. Carrusel de imprecisiones del que hemos salido beneficiados –buenos primeros minutos de Jimond Ivey-, llegando con ventaja al final del mismo (13-17) tras dos triples consecutivos –el segundo en carrera y sobre la bocina- de Raúl Frías.

Pero en el segundo acto llegaba la hecatombe. Nos ponemos seis arriba (13-19) de comienzo, pero luego nos quedamos absolutamente secos en ataque y el UDEA está más acertado que en los minutos previos. Mostramos signos de impotencia que nos recuerdan a malos momentos ya vividos esta misma temporada. Llegan los puntos udeístas con fluidez, mientras el Zornotza no halla la manera de atravesar el aro andaluz. Una canasta en juego, una, solo una (Scott Plaisance), anotamos en esos diez minutos, los otros cuatro puntos llegan en tiros libres. Al descanso, 36-23.

En la reanudación parece que hemos recuperado el olfato ofensivo y las canastas de Yevgen Sakhniuk y un triplazo de Joseba Estalayo mantienen la desventaja en diez puntos mediado este tercer cuarto (40-30). En ese momento el UDEA se desboca, disfruta de sus dos mejores minutos y consigue un 10-0 que nos deja casi sin aliento (50-30) con catorce minutos por jugarse. Casi se podía anunciar que todo el pescado estaba vendido, pero entonces llega al rescate la conexión entre Sakhniuk y Kenny Ejim y antes de acabar el periodo logramos un 3-11 que deja el marcador en 53-41. Estamos mal, pero estamos vivos.

En el último cuarto no solo seguiremos vivos, sino que llegamos a acercarnos en el marcador hasta llegar a creer que la victoria todavía es posible. No es cuestión de un gran parcial favorable, es más un ir recortando puntito a puntito, y así, casi de puntillas para no despertar al rival, nos ponemos a ocho puntos (61-53, a cuatro minutos del final). Los algecireños, que poco antes estaban veinte arriba, reaccionan para que el triunfo no se escape de su Fortaleza, pero en los últimos compases lo que entra en juego es la diferencia de puntos. Conscientes todos los protagonistas de la importancia de esa circunstancia, y sabiendo que en Larrea el Zornotza ganó por ocho (77-69), es esa la meta por la que pelean ambos conjuntos. En el último minuto Ejim anota la canasta que nos pone a siete puntos y conseguiremos preservar esa diferencia hasta el final. El 68-61 queda fijo en el marcador. Nueva derrota (y van trece contra cinco victorias), pero average salvado. Otra cosa será que sirva para algo, pero por si acaso…

Porque todo hará falta para seguir peleando por la permanencia. Cada partido que perdemos nos complica más la vida, y más aún si es ante rivales que podrían acompañarnos en la A2. El próximo sábado visita Larrea un equipo que estará en la A1, el UBU Tizona burgalés, así que el resultado será irrelevante, pero el partido no, porque debemos recuperar las buenas sensaciones y demostrarnos a nosotros mismos, ante un grandísimo adversario, que somos mejores que lo que indica la clasificación.

Necesitamos un baño de autoestima y el sábado podría ser una buena ocasión de lograrlo. Allí os esperamos a todos.
1, 2, 3,…ZOR-NO-TZA!!!