HA Zornotza-71; Valle de Egüés-68
Parciales: 20-17, 24-20 (44-37); 18-19 (62-56), 9-12 (71-68)

Los verdes se mantienen como colíderes empatados con el Estela, pero la victoria de este sábado se ha logrado por los pelos, con una última posesión para los navarros que han tenido opción de llevar el partido a la prórroga y dejar congelada a toda la afición zornotzarra.

El temporal invernal que nos tiene a todos ateridos de frío no es nada comparado con el poder refrigerante del nefasto partido del Zornotza ante un serio y combativo Valle de Egüés. Ha sido un día en el que se desafinaba en defensa y en ataque, ni el uno ni el otro paliaban las deficiencias del otro. Un día frío, en todos los sentidos. Un día tonto. Esperemos que el último del curso.

Y eso que los de Garita comenzaban mandones, con Daniel Westbrook dando el pistoletazo de salida con uno de esos triples típicos del de Carolina del Norte y abriendo brecha en los primeros minutos, pero luego reaccionaban los visitantes defendiendo en zona, atascando nuestra circulación de balón y generándonos muchas dudas. En defensa tampoco controlábamos la situación y el partido se igualaba. El primer asalto terminaba con un 20-17.

En el segundo cuarto Ander García destacaba sobre el resto, por algo acaba de regresar desde Oro, y el Zornotza daba la sensación de despegarse hacia otro triunfo cómodo en Larrea. Pero el Valle de Egüés, anclado en la zona baja de la clasificación, iba a reengancharse al encuentro, siendo el rival que más cerca iba a estar de derrotarnos en nuestra propia fortaleza. Nosotros golpeábamos de manera irregular, sin continuidad, y no había manera de descolgar a los navarros. Al descanso, 44-37.

En la segunda mitad el espectáculo no mejoraba, más bien al contrario. Partido feo, muy feo; malo, muy malo. Sólo la brega de Ander, algún detalle de Markel Mendibe y los triples de Westbrook animaban un poquito la función. Sin hacer nada del otro mundo volvíamos a amagar con romper el partido y alcanzaríamos a irnos de catorce puntos un par de veces, pero los navarros siempre se reponían. En el juego interior, en la labor reboteadora, nos superaban. Además, nos íbamos cargando de faltas y eso también nos condicionaba. A falta de los últimos diez minutos se llegaba con un inquietante 62-56.

Aunque lo más inquietante estaba por llegar. Un último cuarto terrorífico. Larrea no iba a tiritar sólo de frío, también acabaría temblando de miedo, porque la cosa se iba a poner realmente complicada y la primera derrota como locales parecía más que probable. El acto final de esta sesión sabatina está a punto de convertirse en un drama. El Zornotza juega al baloncesto sin canastas y el Valle de Egüés se acerca puntito a puntito. Los verdes perdían efectivos –eliminados por faltas- y llegaban a fallar hasta cuatro tiros libres consecutivos. Y a falta de quince segundos, 71-68 y balón para los visitantes. Consiguen un tiro triple; de entrar nos íbamos a la prórroga, pero el balón va desencaminado e Imanol Orue-Mazaga se apodera del rebote más importante del partido. Victoria por los pelos.

Una victoria que es la decimoctava de la temporada y seguimos de la mano del líder Estela y abriendo cada vez mayor hueco con los perseguidores, y es que este mismo sábado el Santurtzi caía ante los santanderinos. Continuará el mano a mano con ellos y para no perder el paso habremos de evitar más partidos como el de esta jornada, porque de no hacerlo, llegarían más derrotas que nos alejarían del plateado objetivo.

En fin, cosas del invierno. Ya pasará este temporal, se irá el frente ártico y volverá brillar el sol, tanto en el cielo como en el juego de nuestros chicos. Esperemos que eso suceda el próximo domingo en Zarautz ante el Ulacia Grupo.

1, 2, 3,… ZOR-NO-TZA!!!