JUGANDO CON FUEGO

Extremadura Plasencia-90; Zornotza ST-67 Parciales: 21-20, 26-17 (47-37); 23-21 (70-58), 20-9 (90-67) Nuestra visita a la provincia de Cáceres se ha saldado con la tercera derrota consecutiva y esto nos complica la vida. Y eso que hace nada, en Navidad, el equipo conquistaba el liderato y parecía que la permanencia estaba asegurada y… Ya sabemos […]

Extremadura Plasencia-90; Zornotza ST-67
Parciales: 21-20, 26-17 (47-37); 23-21 (70-58), 20-9 (90-67)

Nuestra visita a la provincia de Cáceres se ha saldado con la tercera derrota consecutiva y esto nos complica la vida. Y eso que hace nada, en Navidad, el equipo conquistaba el liderato y parecía que la permanencia estaba asegurada y… Ya sabemos cómo acaba el cuento de la lechera. El caso es que hemos descubierto que la famosa –o infame- cuesta de enero es en realidad una cuesta abajo, y esperemos que con frenos, porque hemos entrado en una dinámica negativa y estamos jugando con fuego: a tres jornadas del final de la primera fase aún corremos peligro de caer en el sexteto de mitad para abajo, lo que conllevaría el olvidarnos de chispeantes comedias y tener que sufrir dramas o tragedias.

Habrá que cortar esta racha cuanto antes, porque lo más preocupante no son las derrotas en sí, sino que es la imagen que se va deteriorando partido a partido hasta llegar a lo de este sábado en Plasencia. Es lo primero que debemos hacer: cambiar de cara, recuperar la chispa y así regresar al camino de las victorias, de la alegría, de la salvación. Nos quedan tres jornadas para conseguirlo.

Ante el Extremadura Plasencia el equipo de Garita ha mostrado impotencia de principio a fin, pese a que los de Rafa Sanz contaban con las importantes bajas de los dos norteamericanos (uno de ellos el exzornotzarra Duane Morgan, la gran figura de los extremeños). Unas bajas que han sido casi inapreciables toda vez que el conjunto local ha realizado un gran partido, con jugadores implicados, intensos, cargados de fe y determinación. Nosotros seríamos la otra cara de la moneda. El resultado de ello es el que es: nos han barrido de la cancha. De poco nos han servido algunos momentos de cierta lucidez, el resto han sido sombras tenebrosas.

Durante los primeros minutos íbamos a mantener un toma y daca anotador, más favorecido por unas defensas un tanto inefectivas más que por otra cosa. Pero mediado el primer cuarto llega el primer arreón local. Los placentinos no encuentran oposición para anotar y nosotros comenzamos a coleccionar errores; a tres minutos de finalizar este primer asalto nos vemos 21-12 por debajo. De ese bache sacamos la cabeza con dos triples (Kevin Bercy y Joseba Estalayo) más dos tiros libres del canadiense y dejamos el marcador en un esperanzador 21-20 al acabar ese período.

El segundo cuarto empieza bien; Samu Barros culmina una penetración y nos ponemos por primera -y última- vez por delante (21-22). Es entonces cuando Pablo Villarejo desenfunda su fusil de alta precisión y nos acribilla a triples (tres casi consecutivos, con otro de Diego Gallardo intercalado). El parcial de 0-10 que habíamos conseguido es contestado en menos de tres minutos con un 12-2 y volvemos a estar nueve abajo (33-24). Hasta el descanso la diferencia seguirá estable; ni se van ni nos acercamos. Lo que está claro es que ellos tienen las ideas más claras y llevan la iniciativa. Con esa mala sensación llegamos al descanso, pero la diferencia no es ni mucho menos insalvable (47-37) y cabe esperar la reacción zornotzarra.

Y efectivamente, esta reacción llega al iniciarse la segunda mitad. Álex Mazaira sale con la muñeca perfectamente calibrada y en dos minutos y medio clava tres triplazos que recortan la diferencia hasta un 51-46. Puede ser nuestro momento, pero José Antonio Medina, el base gaditano local responde con otro triple y vuelve a estirarse la renta extremeña. Están siendo claramente mejores que nosotros, pero no tiramos la toalla y, aunque estamos jugando mal, volveremos a acercarnos en el marcador en los únicos minutos donde el equipo local sufre una pequeña desconexión (60-55 a cuatro minutos de acabar el tercer cuarto). Por desgracia, pronto se vuelven a conectar y nosotros ya entramos en un apagón que resultará decisivo y definitivo. En esos cuatro minutos nos endosan un 10-3 y finaliza el tercer acto con un 70-58.

El resultado es malo y nuestra imagen bastante pobre. Pero en días como este, todo lo que sea susceptible de ir a peor irá a peor. El último cuarto es un horror para nosotros y una fiesta para el rival. Los extremeños se lo están pasando bien; dominando el rebote (soberbio el sudanés Deng Mabior, MVP del partido), imponiendo su ritmo, jugando con soltura. Y nos pasan por encima sin remilgos. Asistimos a un final de partido muy triste por nuestra parte, casi con los brazos bajados, y el marcador final es de los que escuecen: 90-67.

Mal partido del Zornotza. Muy mal partido. Y nos complicamos las cosas, seguimos sin alcanzar nuestro objetivo, la permanencia, que parecíamos tocar con los dedos en los felices días navideños. Estas tres derrotas nos sitúan en una posición no tan cómoda y que podría ser realmente incómoda si no nos rehacemos cuanto antes. La primera ocasión para retornar a la senda del buen juego, de la intensidad, de la chispa y de las victorias llegará este próximo sábado en Larrea ante el Baskonia. Será a las 18’30 y os esperamos para que entre todos recuperemos la sonrisa y sellemos nuestra continuidad en la plateada categoría. No faltéis.

1, 2, 3,…ZOR-NO-TZA!!!